7 de febrero de 2025
Al igual que el Imperio Romano, que al final abandonó sus ambiciones de conquista de Partia para redoblar esfuerzos en la región de Dacia, la industria global de BPO podría estar viviendo una situación similar en este nuevo contexto político. Si las políticas proteccionistas de Trump limitan la externalización de servicios hacia Colombia, podríamos asistir al surgimiento de nuevas oportunidades para España, un actor creciente en el sector del offshoring.
Colombia: El Imperio del BPO Bajo Amenaza
Colombia ha sido durante años un centro neurálgico para las externalizaciones de empresas estadounidenses. Con su proximidad geográfica, una mano de obra bilingüe y costos atractivos, el 59,8% de los servicios de contact center de Colombia han tenido como destino EE. UU. Sin embargo, el retorno de las políticas proteccionistas de Trump podría ser un “cese en la conquista de Partia” para Colombia, limitando el volumen de negocios de empresas estadounidenses que tradicionalmente han dependido de su servicio.
El imperio colombiano, que ha crecido a la sombra de estos contratos, podría verse forzado a redoblar esfuerzos en otros mercados para sostener su crecimiento. Si el acceso a los gigantes estadounidenses se ve restringido, ¿dónde buscarán nuevas oportunidades?
La Focalización en un Nuevo Territorio: Oportunidad para España
Al igual que Roma, al ver el desgaste de sus intentos de expansión hacia Partia, se centró en fortalecer su influencia en Dacia, el BPO colombiano podría encontrar en España una nueva frontera de expansión, más incluso de lo que ya es. Si las empresas colombianas deben diversificar sus mercados más allá del estadounidense, España podría jugar un papel importante en el destino natural para reubicar el punto de mira, dada la creciente demanda de offshoring en la península.
El sector BPO español, con una facturación de 4.550 millones de euros en 2023, está experimentando un auge significativo y podría beneficiarse enormemente de la reorientación del mercado colombiano. Empresas españolas, ávidas de soluciones de bajo coste pero alta calidad, verían en Colombia una fuente renovada de recursos humanos y expertise, de la mano de aquellos profesionales que actualmente están dedicados a la actividad procedente de la unidad de negocio estadounidense.
Este movimiento estratégico podría abrir una vía para que España se convierta en el aliado preferido para los profesionales del BPO colombianos que se vean obligados a buscar nuevas oportunidades.
El Juego de la Diversificación: Una Lección de Roma
El Imperio Romano entendió que, cuando un enfoque se vuelve insostenible, la clave para la supervivencia era adaptarse y diversificar. Al renunciar a la conquista de Partia y optar por la expansión hacia Dacia, Roma preservó su poder y sus recursos. En el mismo sentido, Colombia tendrá que explorar ampliar otros mercados ya existentes o buscar nuevos mercados, con la dificultad que esto conlleva, si las políticas de Trump se consolidan.
España, como socio estratégico, podría ser un aliado perfecto para la reubicación de estos servicios BPO y para fortalecer aún más su propia posición en el sector.
La Estrategia de Adaptación: Clave para el Futuro del BPO
El proteccionismo de Trump es, sin duda, un desafío para la industria BPO colombiana. No obstante, si las empresas colombianas logran redirigir su enfoque y España está lista para absorber esta nueva ola de oportunidades, ambos países podrían salir reforzados. Al igual que los romanos, la clave estará en saber cuándo redirigir recursos y esfuerzos hacia territorios más prometedores, en lugar de insistir en conquistas complicadas.
Si España actúa con visión estratégica y aprovecha este cambio de escenario, podrá no solo consolidarse como un destino clave para el offshoring, sino también liderar la transición de los servicios BPO hacia nuevos horizontes.
El mercado está cambiando. España está lista para seguir derribando fronteras.
Referencias:
Scribd.com Colombia – Informe Sector Contact Center y BPO – Diciembre 2023
servimedia.es El sector de los ‘call centers’ facturó en 2023 en España 4.550 millones, un 4,6% más