El sector es uno de los que más provecho puede sacar de la inteligencia artificial por su gran uso de los datos. Se ha revelado como una ayuda clave para personalizar productos, automatizar tareas de bajo nivel intelectual y elevar la productividad.
Todos los grandes bancos españoles llevan años trabajando con la inteligencia artificial de primera generación. Y desde el año pasado están multiplicando las pruebas y casos de uso para aplicar la llamada inteligencia artificial generativa.
Los banqueros están invirtiendo dinero en inteligencia artificial porque tienen claro que puede ser una palanca para elevar la rentabilidad del negocio y la productividad.
Ayuda a reducir la inversión de tiempo de la plantilla en tareas de bajo valor intelectual y elevar las cotas de eficiencia.
Esta tecnología está llamada también a ser una herramienta clave para crear trajes a medida. Es decir, para que los productos financieros encajen mejor con las necesidades de cada cliente en un momento vital determinado.
También puede ser una ayuda muy poderosa para eliminar la parte de las tareas de back office más ingrata, como procesar correos electrónicos o entresacar la información más relevante de documentos inacabables en un instante.
La banca es uno de los sectores que más se puede beneficiar de la inteligencia artificial al gestionar millones de datos de clientes. El sector combina los desarrollos propios en este ámbito con alianzas con socios tecnológicos.
La IA tiene peso específico propio en el plan estratégico que presentó CaixaBank el pasado mes de noviembre.
Según sus datos, la adopción de esta tecnología ya le ha permitido recortar un 30% el tiempo de procesamiento de las reclamaciones y un 25% el tiempo de respuesta en las consultas de clientes por el chat virtual. Una parte de los 5.000 millones de euros que va a invertir en tecnología en los tres próximos años van a ir a la IA. Además, va a contratar a 1.000 especialistas en digitalización.
Desde hace años, CaixaBank tiene un centro de excelencia en IA y un laboratorio puesto en marcha con Microsoft.
BBVA tiene dos centros de excelencia especializados en inteligencia artificial, uno en Madrid y otro en México.
Santander, por su parte, cuenta con un laboratorio de inteligencia artificial en el centro corporativo y en las unidades de negocio.
Varios bancos están implantando en diversas áreas Copilot, el asistente basado en IA de Microsoft para el tratamiento de información y la simplificación de tareas administrativas.
Esta tecnología es muy útil para comprobar en un instante si un documento jurídico de 100 páginas contiene todos los datos necesarios para la entidad.
Copilot coexiste en Bankinter con su propio ChatGPT. El año pasado, la entidad se apoyó en la tecnología Azure OpenAI de Microsoft para lanzar una versión propia de ChatGPT de uso interno.
Esta herramienta es capaz de crear contenido propio y de entender el contexto. Por ejemplo, es de gran ayuda para comparar documentos, redactar comunicaciones internas o dirigidas a clientes, resumir grandes volúmenes de información, hacer tablas o localizar correos electrónicos.
Prevención del fraude
El Banco de España considera “urgente” que las entidades de crédito comiencen a implementar la inteligencia artificial para combatir el fraude.
“El despliegue de estas herramientas se antoja urgente como vía para combatir el fraude o las amenazas cibernéticas, toda vez que crece el número de delincuentes que, valiéndose de estas mismas técnicas, están consiguiendo ya réditos importantes”, indica el supervisor en la Revista de Estabilidad Financiera.
Según explica, el phising ha elevado su nivel de sofisticación y ha complicado mucho saber diferenciar un correo electrónico legítimo de otro que no lo es.
“El principal desafío práctico al que se enfrentan autoridades y usuarios consiste en desplegar un modelo de gobernanza apropiado y robusto que asegure la transparencia y seguridad de la tecnología. Sólo así se conseguirá que gocen de la suficiente confianza entre la población como para facilitar su adopción y aceptación masivas”, dice.